Este martes por la noche, en ocasión de la habitual reunión semanal del Consejo Directivo de la Liga Catamarqueña, se dio una situación preocupante.
Un grupo de hinchas de Villa Cubas (alrededor de 30) se hicieron presentes, con bombos y redoblantes, afuera del salón de reuniones de la liga mientras se llevaba a cabo el cónclave de dirigentes para definir la programación de la fecha, entre otros temas.
El motivo de la presencia de los “hinchas” de León habría sido “meter presión” para que la dirigencia liguista autorice a jugar el clásico Villa Cubas-San Lorenzo en el Estadio Bicentenario, pedido que finalmente fue desestimado por todos los delegados.
Pero lo preocupante y, hasta peligroso, se dio al final de la reunión. Mientras la presidenta María Sylvia Jiménez se retiraba de la sede del Malvinas Argentinas los hinchas intentaron interpelarla. Jiménez los esquivó, apuró su paso y subió a su auto para retirarse.
Lo primero a marcar es que ese grupo de “hinchas” no debería haber estado ahí en ningún momento, ya que era una reunión de la dirigencia. Pero estuvieron. Entonces, resulta pertinente preguntarse: ¿Buscaban presionar a la presidenta y demás dirigentes para que aprueben el pedido de Villa Cubas de jugar en el Estadio? ¿Quiénes fogonearon su presencia?
Sería lamentable pensar que la dirigencia de Villa Cubas fogoneó esa presencia. Pero se lo puede pensar tranquilamente dada la buena relación que existe entre dirigencia-“hinchas”.
Lo oportuno será, para las próximas reuniones, que la dirigencia del Sportivo Villa Cubas interceda para que esta presencia amenazante no vuelva a presentarse en una simple reunión.
Las diferencias entre dirigentes deben ser debatidas en el ámbito correspondiente con madurez, coherencia y aceptación de que no siempre se gana cuando uno postula o pide algo. Estas estrategias de “presión” son tóxicas para el fútbol y todo lo que lo rodea. No esperemos a que suceda alguna agresión para actuar y/o lamentar.
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Foto archivo: hinchas de Villa Cubas con el presidente Hugo Navarro.